Las legacy contra las low cost #Aerolíneas
Últimamente, los medios han hecho eco de las constantes huelgas realizadas por el sindicato que agrupa a los pilotos de Iberia, quienes protestan por la inminente apertura de una filial de low cost de la tradicional aerolínea española, aduciendo que esto perjudicará sus intereses y la hará desaparecer en el mediano plazo.
La realidad es que las aerolíneas, principalmente en Europa, están pasando tiempos muy difíciles. Una situación económica complicada, sumada a los vaivenes típicos del precio del petróleo han atentado contra el rendimiento de las aerolíneas tradicionales en el viejo continente. Si a esto le sumamos la aparición y consolidación de las aerolíneas de bajo costo, como RyanAir, Easy Jet y Wizz Air, la situación para aerolíneas como Air France, Lufthansa, KLM, la misma Ineria, entre otras, es más que complicada.
La situación es tal, que las aerolíneas tradicionales comprendieron que competir en el mercado de corto y medio alcance (o sea, los vuelos intraeuropeos) es prácticamente imposible por sus altos costos, por lo que paulatinamente han decidido abrir filiales que sigan el modelo de negocio típico de las aerolíneas de bajo costo. En cambio, su fortaleza se centrará en el ofrecimiento de vuelos de largo alcance, que son los que más utilidad dejan y en los que, afortunadamente para ellos, las aerolíneas de bajo costo no tienen una presencia tan relevante.
De esta manera, las filiales de bajo costo sirven de feeders de los vuelos de largo alcance de las aerolíneas tradicionales. Tal es el caso de Lufthansa y su filial German Wings. Air France-KLM y su filial Transavia, y claro, Iberia con su filial Iberia Express. De hecho, tal situación está ocurriendo también en otras latitudes, como Scoop con Singapore Airlines y JetStar con Qantas.
Por tal razón, los sindicatos, tan preocupados ellos por sus intereses individuales, deben entender que la dinámica del negocio de la aviación a nivel mundial pero particularmente en Europa han cambiado, y se requieren soluciones audaces que permitan que las aerolíneas tradicionales sobrevivan. Todos deben poner de su parte, o se condenarán a desaparecer. Acá, como en el fútbol, las grandes aerolíneas ya no ganan solo con nombre. Si no miren lo que le pasó a American Airlines…