En la mañana de hoy, alrededor de las 8 AM, ocurrió un choque de Transmilenios que involucró a tres articulados, dejando 86 heridos, de los cuales dos continúan en estado grave. Aparentemente, el accidente se debió a la imprudencia de la conductora del primer bus, quien frenó de forma brusca, dejando sin capacidad de reacción a los dos buses que la seguían.
Inmediatamente, varios personajes públicos, incluyendo periodistas pagos como Vladdo y candidados a la Alcaldía de Bogotá, aprovecharon la situación para atacar al sistema de transporte masivo, potencializando campañas que están constituidas sobre la idea del Metro, tal como sucedió hace cuatro años con el ahora destituido alcalde corrupto y hampón Samuel Moreno.
No nos digamos mentiras: Actualmente, Transmilenio apesta. Inseguridad en buses y estaciones, congestión, horrible planificación de rutas y horarios, incomodidad, entre otros, hacen que quienes utilizamos al sistema nos sintamos haciendo un sacrificio. Pero tampoco nos olvidemos que las dos últimas administraciones distritales, ámbas bajo el mandado del Polo Democrático Corrupto Alternativo han hecho todo lo posible para amigar a la gente con la idea del Metro, lo que, como no podía ser de otra manera, generó aún mayores recelos hacia Transmilenio.
Fue así como en los últimos años la calidad del servicio disminuyó, con una pésima planificación de rutas, disminución de la oferta de buses en horas pico, aumento del valor de pasajes, entre otras situaciones. Claro, la idea de una ciudad enemistada con su sistema de transporte facilitaría la venta de humo con un sistema como el Metro, y además incentivaría al uso de los otros sistemas de transporte existentes, como los vetuscos buses y busetas que contaminan la ciudad. Y ya sabemos de donde viene la plata que financia las campañas del Polo. Ojo, no hay que desconocer tampoco escándalos que vienen de administraciones anteriores, como las lozas dañadas de la primera fase del sistema. Lozas que desde mi desconocimiento conjeturo como posibles causantes del accidente de hoy.
Pero no nos olvidemos que para ésta fecha el sistema no debería estar tan congestionado como está ahorita, por la simple razón que al momento de inaugurar el sistema se esperaba que Transmilenio operara en la mayoría de las vías importantes de Bogotá. Repasemos: A la fecha deberían estar funcionando o al menos en constucción troncales por la Carrera Séptima, Calle 170, Avenida Boyacá, Calle 19, Calle 200, ALO, Avenida 68, Avenida Ciudad de Cali, Calle 6, Avenida los Cerros. Ojo, todo lo digo en base a la siguiente gráfica tomada de este documento de la CEPAL (ni siquiera de un organismo nacional como para que no hayan dudas). Habría tal congestión e incomodidad en el sistema si se hubiera seguido el plan? Yo personalmente creo que no.
Además, y contrario a la idea que nos quieren vender, Transmilenio es la mejor solución para una ciudad que no puede darse el lujo de gastos innecesarios, y en la que bien se sabe cuántos tropiezos existen en nuestro país cuando se tratan de obras de gran tamaño. La siguiente gráfica, que aunque data de 2.003, nos puede dar una idea: Transmilenio para esa época (debe ser la misma situación ahora gracias al Polo) tenía la capacidad de movilizar 45.000 pasajeros / hora, solo superado por el metro de Bangkok, que podía movilizar 50.000 pasajeros / hora. La diferencia es que mientras que para construir el Metro de Bangkok se invirtieron 1.700 millones de dólares, Transmilenio requirió 213 millones… Huelgan las palabras.
Finalmente, hay quienes quieren hacer creer al común de la población que un Metro es lo máximo. Claro, qué porcentaje de los bogotanos han montado en metro (que no sea el de Medellín); y, peor aún, qué porcentaje ha montado en Metro en condición de residente de una ciudad y no de turista?. El metro también se llena, en el Metro hay vendedores ambulantes, el Metro también se demora… Es más, el Metro también es propenso al clima, en Nueva York, por ejemplo, ha pasado que el sistema no funcione por inundaciones causadas por una lluvia que en Bogotá sería apenas normal.
Entonces, la situación ocurrida hoy me deja bastante preocupado. Claro, me preocupa de forma inmediata la salud de los heridos y el esclarecimiento de las causas del accidente. Pero a más largo plazo me preocupa el efecto que la situación pueda traer frente a las elecciones que se avecinan. Personajes nefastos, que aunque nefastos son vivos, y empiezan a hacer de las suyas, pues saben que se pueden llevar una muy buena tajada de un contrato del valor que tendría el del Metro. Ojalá entonces el debate no se sesgue como suele ocurrir, y los medios de comunicación contribuyan brindando información verídica que acerque a los bogotanos a una realidad no distorsionada.
Yo, mientras tanto, espero que mejoren el servicio del Transmilenio antes que colapse del todo. Pero lo respaldo como medio de transporte para la ciudad de Bogotá.